En estos caminos electrónicos viaja la rebeldía
que sueña y sueña ...
Y cuando el sueño es de muchos y se sueña juntos... es REALIDAD.
fragmento: declaración de principios de ALIA*

domingo, mayo 22, 2011

DE ESTO NO SE HABLA

Por Jorge Luis Ubertalli
La muerte de Osama Bin Laden- no se sabe si la primera, segunda o tercera- ha ocupado la agenda de los grandes medios de información. Innumerables kilos de papel y litros de tinta se han invertido en narrar, tal como contradictoriamente se presentó, el asesinato del islamista formado y financiado por la CIA desde tiempos pretéritos. 
Los hechos referidos a este personaje, sin embargo, han permitido sacar de “agenda” otros de mayor importancia, habida cuenta de la estrategia expansionista de los EE.UU que, sin solución de continuidad y ahora en manos de la administración Obama, parece seguir el derrotero, con el apoyo de los europeos, del aventurero George W. Bush.

Nunca segundas muertes fueron buenas
 El 2 de noviembre del 2007, y un mes antes de ser asesinada de un disparo, la primer ministro de Pakistán, Menazir Buhto, contraria al régimen del general Musharraf, quien todavía se mantiene en su sitial, informó a la prensa que Osama Bin Laden había sido ultimado por Omar Sheik, un agente del Servicio de Inteligencia pakistaní (ISI), quien se habría infiltrado en los grupos talibanes que respaldaban al islámico radical saudí. 
También voceros norteamericanos se refirieron en varias oportunidades a la muerte de Bin Laden que, sin embargo, y cual Ave Fénix, siempre resurgió de las cenizas a través de un video o comunicado donde amenazaba con hecatombes bombarderas a sus archienemigos occidentales. 
Luego del último 1 de mayo, cuando fuentes oficiales de EE.UU. anunciaron la liquidación del otrora “combatiente de la libertad”- entrenado y financiado por la CIA para luchar contra las tropas de la URSS acantonadas en Afganistán y ahora “rey del terrorismo”- por medio de Fuerzas Especiales que lo hallaron en una casa fortificada ubicada en Abbottabad, ciudad situada a 80 kilómetros de Islamabad, capital del país, voces incrédulas se levantaron para opinar que todo lo informado oficialmente por EE.UU. consistía en una operación psicológica montada para favorecer a Barack Obama en los próximos comicios presidenciales. 
“Tenemos información fidedigna de que Bin Laden murió hace ya un tiempo de una enfermedad”, señaló hace pocos días el ministro de Inteligencia de Irán, Heydar Moslehí, (america.infobae.com/notas/24678) quien exigió a los norteamericanos mostrar el cadáver del saudí para confirmar su deceso, a la par que los instó a abandonar la región por cuanto “la excusa de la lucha contra el terrorismo ya no existe”. 
 La sentencia de Moslehí acerca del fiasco Bin Laden fue ratificada por el presidente iraní Mahmud Ahmadinejead, quien aseguró que Estados Unidos tenía en su poder a Bin Laden “hace mucho tiempo”, y que lo eliminó luego de envenenarlo por “razones de política interna” y a fin de beneficiar a Barack Obama (telesurtv.net del 15 de mayo). 
Asimismo y entre otros, el teólogo Leonardo Boff, quien en su nota titulada “Operación Jerónimo” donde narra pormenores en cuanto a robos, fiascos y estafas cometidos por el clan Bush, sostiene al final ;”¿Quién garantiza que Bin Laden fue asesinado en una mansión pakistaní?”. 
En fin, muerto ahora, antes o después, el saudí y su organización continuarán siendo los fantasmas que justifiquen el militarismo, la provocación y el expansionismo norteamericano. Aún ocupando la agenda informativa, alientan y alentarán al diversionismo ideológico, ayudando a ocultar hechos que por su trascendencia y perspectivas superan en importancia a las oscuras o encanecidas barbas del innombrable, y sus bravatas, ahora recreadas por sus sucesores.

 NOTAN amigos
 En su última reflexión, Fidel Castro sostuvo que la muerte de Bin Laden había sacado de los primeros planos periodísticos a las masacres de civiles y destrucción de bienes que los bombardeos de la OTAN siguen produciendo en Libia, con el pretendido fín de llevar “ayuda humanitaria” a los rebeldes que pugnan por librarse del régimen de Mohamar Ghadaffi.
 Según analistas, estos rebeldes, defendidos por la OTAN, serían en su mayoría los miembros libios que Al Qaeda, dirigida por el ahora liquidado Bin Laden, aportó y aporta para llevar a cabo su lucha a muerte contra los occidentales ¡ cosas veredes Sancho!. 
Para desenredar la telaraña de intereses que se juegan en ese país del norte africano, rico en petróleo, fuentes acuíferas y otros apetecibles insumos que permiten el funcionamiento de la caldera mundial, es necesario comprender que las potencias atacantes, aglutinadas tras la OTAN, apuestan a asesinar al mandamás libio y ocupar el país en el mediano plazo, y /o dividirlo en dos partes, una de las cuales, la rica en recursos naturales, quedaría bajo la tutela de los invasores.
 Otra de las noticias trascendentes que signan el complicado mundo capitalista, en donde las hipocresías comulgan sin tapujos con la lucha a muerte por espacios de poder y juegos geopolíticos y que los medios informativos mundiales ocultan o soslayan en pos de recrear el circo mortuorio binladista, es el de la instalación de un escudo antimisiles en Rumania por parte de EE.UU- léase la OTAN- que fue anunciada por el presidente del país balcánico, Traian Basescu, el último 3 de mayo, seis días antes de conmemorarse la victoria soviética sobre el nazismo. 
Las declaraciones de Basescu, si bien, conociendo el paño, no constituyeron una novedad, significan una escalada norteamericano-otánica en la región que echa por tierra lo acordado entre EE.UU y Rusia en el Tratado START III, firmado en Praga el pasado 8 de abril y ratificado luego por el Parlamento y la Duma norteamericano y rusa repectivamente, que plantea la reducción y limitación de armas nucleares. 
El Tratado comprende “inspecciones in situ de las instalaciones e intercambios de información y notificaciones relativas a las armas nucleares estratégicas, cuyo control es objeto del mismo”. Sin embargo, borrando con el codo lo escrito con la mano, la OTAN, organización que sigue a pie juntillas las políticas militares de EE.UU y que en noviembre del pasado año acordó cooperar con Rusia en cuanto a la creación del sistema antimisilítico conjunto EuroDAM, propone que, en el marco de esta “cooperación”, tanto la OTAN como Rusia adopten dos sistemas antimisilíticos “independientes”, aunque articulados entre sí. Rusia observa, a través de esta maniobra, un doble juego y ha decidido salir del START III si EE.UU., utilizando como “tapadera” a la OTAN, decide construir su propio sistema antimisiles para anular la capacidad defensiva nuclear estratégica rusa. 
El ex país rector de la URSS-cuyas tropas militares celebraron el 9 de mayo desfilando con sus tradicionales símbolos, la estrella roja y la hoz y el martillo- deberá apelar entonces a invertir cuantiosas sumas en su rearme, cosa que, según declaró el presidente Medvedev el 18 de marzo pasado, no está en sus planes. 
Con el argumento de neutralizar posibles ataques misilísticos de Corea del Norte e Irán, países que en lo más mínimo poseen vectores capaces de transportar bombas nucleares a grandes distancias, Estados Unidos está empeñado en emplazar en Rumania lo que decidió no emplazar hace poco tiempo atrás en Polonia y Checoeslovaquia a fin de poner a Rusia en una encrucijada atómica. 
“La reacción de Washington nos desilusiona” sentenció el 15 de mayo durante un discurso en la Duma estatal rusa, Serguei Riabkov, viceministro de Asuntos Exteriores. Se refería al rechazo de EE.UU. del pedido ruso sobre “prestar garantías jurídicas de que el sistema europeo de escudo antimisiles no será utilizado contra Rusia”. Y amenazó con romper el acuerdo Start III si no se remeda esta situación.
 En el oriente lejano el panorama no es muy distinto. A la negativa de los militares sudcoreanos de prestarse a un diálogo sin condiciones con sus homólogos del Norte del país, que llamaron a descomprimir la situación del área luego del desastre natural de Japón, se sumaron los intentos del ex presidente de EE.UU., James Carter, junto a los ex presidentes de Irlanda, Finlandia y Noruega y con el apoyo del presidente sudafricano Nelson Mandela, de descomprimir la tensión regional visitando Corea del Sur, que cuenta este año con un presupuesto militar de 29 mil millones de dólares, y Corea del Norte, vía China. 
Sin embargo, los resultados de su periplo fueron magros. Además de la siempre existente tensión entre los dos países auspiciada por EE.UU., el gobierno chino, según la prensa, y a través de Qian Lihua, director de la Oficina de Asuntos Exteriores del Ministerio de Defensa, denunció actividades de espionaje en aguas chinas de fuerzas norteamericanas. Al fin y al cabo, se supone que el recambio del halcón Robert Gates en el Pentágono por el supuesto palomo León Panetta, ex director de la CIA, llevado a cabo el 27 de abril pasado, no cambiará en mucho el rumbo bélico aventurero que caracterizó por siempre a EE.UU. y que se profundiza ante su crisis sin salida.

 Patear hacia adelante
 “Si los inversores mundiales piensan que el crédito y la buena fe de EE.UU. no está respaldada, si piensan que podemos renegar de nuestros compromisos crediticios, todo el sistema financiero podría colapsarse”- sostuvo el último 16 de mayo el presidente Barack Obama, refiriéndose a la situación económico-financiera de su país, cuya deuda alcanzó el “techo” establecido de 14.294 billones de dólares, que se espera no sea rebasado hasta agosto. “Si no se eleva el techo de la deuda”- indicó el mandatario norteamericano- “EE.UU. corre el riesgo de vivir una crisis económica peor que la del 2008” (…) “Podríamos padecer una recesión peor de la que hemos pasado, una crisis financiera peor de la que hemos pasado”-acotó.  
Para paliar la situación y mientras el Congreso no autorice un mayor endeudamiento, el jefe del Departamento del Tesoro, Timothy Geithner, propuso suspender inversiones presupuestarias en dos de los programas de financiamiento de jubilaciones, a fin de que la deuda no siga creciendo. La medida fue aplaudida por los republicanos, aunque consideran que no es suficiente para autorizar un techo mayor de endeudamiento. Quieren saquear cuanto mas puedan a los pobres de su país, a la par que afilar los dientes para que cuando alguien en el mundo se anime a exigir el saldo de cuentas, sea señalado como enemigo y amenazado con el poder de las armas. 
En esta dirección se enfilan las recomendaciones de los analistas de la Heritage Foundation (HF), un think thank ultraderechista vinculado a los Republicanos, quienes recomiendan la recreación del complejo militar- industrial con el fin de que EE.UU. siga desarrollando sus acciones bélicas en pos de la “libertad” en el mundo. Según Jin Talent, ex senador entre el 2002 y el 2007 y miembro distinguido en asuntos militares de la HF, un panel especial creado por el Congreso de EE.UU. y presidido por el ex secretario de Defensa, Bill Perry, sostuvo por “unanimidad que los militares no pueden defender los intereses vitales de los EE.UU. a menos que aumenten el tamaño de sus efectivos y capacidad bélica y su inventario sea modernizado”. 
El paper de Talent, que se refiere varias veces a la necesidad de instalar un escudo antimisilístico en Europa, hace hincapié en cuanto a que la potencia del norte de América debe conducir la “guerra global contra el terrorismo, disuadir las ambiciones iraníes, contener la expansión integral de China, actuar en previsión del uso de misiles nucleares de Corea del Norte, continuar el apoyo a la OTAN, proteger las rutas marítimas y el espacio aéreo”, etc, etc. (“Mantener nuestra fortaleza militar”, Jim –Talent, 2/5/11, Memo Riesgo nº AR 1.11, HF). En sintonía con Talent, Mackenzie Eaglen, becario de Investigación para la Seguridad Nacional en el Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior, sostiene en su artículo “La evolución de la disposición estratégica de las Fuerzas Armadas de EE.UU” del 3 de marzo pasado y publicado en la página web de la HF, que el Pentágono “ debe asegurar una buena política industrial para preservar la fuerza de trabajo altamente calificada para diseñar equipos modernos” y apoyar “ las ventas militares al extranjero y reformar la reglamentación local en cuanto al  Comercio Internacional de Armas”. 
Y para que no haya dudas remata: “Desde el 9 de septiembre (del 2001) EE.UU. ha trabajado diligentemente para entrenar y equipar a los ejércitos extranjeros en la lucha contra el terrorismo.(…) El Ejército de EE.UU. participa de la Asociación Trans-Sahara de Lucha contra el Terrorismo, la Regional de Iniciativa Estratégica, el Departamento de Defensa de Contraterrorismo(Programa de Becas) y la construcción de alianzas mundiales. (…) El Comando Sur y el Comando de Africa han realizado alianzas y han mejorado los pilares estratégicos de cooperación”. Además de los beneficios ofrecidos por el entrenamiento de militares extranjeros, estas iniciativas, según Eaglan,  también sirven para “obtener grandes ahorros hacia los contribuyentes norteamericanos en relación a que evitan los conflictos, que demandan mayores recursos”. 
Nuestra América entra en estos planes. La Convocatoria a una Cumbre a celebrarse en el Capitolio de Washington el 26 de mayo, diseñada por elementos de la ultraderecha norteamericana para atacar a los países que componen el ALBA en el nombre de la lucha contra “el terrorismo” corroboran lo dicho. En ella estarán presentes los trogloditas Connie Mack, vinculado a la presidente de la Cámara Baja yanqui y gusanaamericana Ileana Ros –Lethinen, quien sugirió el magnicido hacia el presidente venezolano Hugo Chávez.
 De esto no se habla, aunque las conspiraciones siguen su camino.

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